Los frutos secos son, por excelencia, alimentos de gran valor nutricional, ya que cuentan con antioxidantes, fibra y otras sustancias bioactivas. Son buenos para el corazón y un refrigerio práctico y saludable: son accesibles y fáciles de almacenar y de empaquetar para llevar a cualquier lugar. Además, son el complemento ideal para el deporte, ya que contienen una gran cantidad de proteínas, fundamentales para la regeneración muscular tras el ejercicio físico intenso.