Nacido en el corazón de la Toscana, Don Olegario era un apasionado del cultivo y la elaboración de aceite de oliva, con manos expertas y una dedicación inigualable. Buscando nuevas oportunidades, decidió emigrar a Argentina, un país lejano pero lleno de tierras fértiles y promesas de futuro.
Eligió Mendoza, una próspera ciudad al pie de la majestuosa cordillera de los Andes, y allí estableció sus raíces en una pequeña parcela. Como él solía decir: “Un pedazo de Italia en tierra argentina”.
Con su buen humor y siempre entre los olivos, rápidamente se ganó el apodo de “Don Oligario”, que más tarde se convertiría en la marca insignia de un aceite de oliva único en su clase.
Así fue como el olivar de Don Oligario floreció, y su aceite, elaborado con técnicas artesanales y un profundo respeto por la tierra, se transformó en un símbolo de la tradición italiana en Argentina.
En Oligario, cuidamos cada etapa del proceso con dedicación y esfuerzo, aplicando los más altos estándares de calidad. El resultado es un auténtico Aceite de Oliva Virgen Extra, con un nivel de acidez inferior al 0.5% y sin defectos perceptibles en boca. Esto asegura que sus propiedades nutricionales se mantengan intactas.
Nuestro aceite BLEND es el fruto de una cuidada combinación de dos varietales de renombre: Arbequina y Arauco. Esta última, considerada un emblema en Argentina, aporta carácter a un aceite de sabor equilibrado, con un toque sutil de amargor y picante, ideal para complacer a los paladares más exigentes.
¿Alguna vez has leído la etiqueta del aceto balsámico comercial?
Muchos contienen espesantes, colorantes y saborizantes artificiales. En Oligario, elaboramos nuestro aceto balsámico siguiendo la auténtica tradición de Módena, Italia, donde nacen los mejores balsámicos del mundo. Combinamos vinagre de vino con mosto de uva concentrado (el jugo puro de la uva), y lo envejecemos en barricas de roble.
Esta cuidadosa fusión nos permite ofrecer dos productos principales:
Aceto Líquido Oligario: Con un proceso de reducción más corto, de menos de tres días, obtenemos una textura ligera y un perfil de sabor más ácido.
Aceto Cremoso Oligario: Con un proceso de reducción más largo, de al menos siete días, logramos una mayor concentración de azúcares del mosto, creando una textura espesa y cremosa, ideal para destacar sabores más dulces.
Nuestros acetos son 100% naturales, sin aditivos ni conservantes artificiales, y además, son libres de gluten.
Son el acompañamiento perfecto para carnes y ensaladas, pero también sorprenden al maridar con postres y frutas. ¿Has probado las tradicionales fresas con aceto balsámico? Es un postre clásico en Italia que destaca la versatilidad de este increíble producto.